El trono de Dios
«Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.»

Salmo 45.6

Lectura: Salmo 45

¿De qué informaré a mis hijos y nietos?

¿Qué repasaré en sus memorias?

¿Qué les repetiré para que no se olviden?

¿Mis hazañas? ¿Las imperfecciones de otros? ¿Las dificultades de mi niñez? ¿La injusticia social y política?

¡No!

«Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre»
(17).

¡Cuánto he fallado en esto! Señor, perdóname. Señor, ayúdame e impúlsame.

[La gracia se derramó en tus labios (Salmo 45.2)]
tomado de Salmo 45.2

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