Ni sin fruto
«Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.»

2 Pedro 1.8

Necesito gracia y paz. Cada día. En abundancia.

Quiero gracia y paz. Mucho las quiero. Muchisísimo.

¿De veras?

Entonces, he aquí una clave:

«Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús» (2 Pedro 1.2).

Entre mejor conozco a Dios, mayor gracia y paz tendré.

Entre más íntima mi relación con Cristo, más amplia serán mis experiencias de gracia y paz.

¿Le buscaré con determinación y desesperación?

¿Le pondré por primero en mi vida?