El Señor es paciente
«El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.»

2 Pedro 3.9

Eso es una de las cosas que se declaran en 2 Pedro 3.

Se nos ha advertido de antemano para que nos propongamos a vivir nuestras vidas con la vista más allá de la presente existencia.

¿Para qué vivir para lo de este mundo? Algún día todo pasará y entonces, ¿qué?

«Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!» (11).

«Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz» (14).

«Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza» (17).

«Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén» (18).