Poner la vida
«En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.»

1 Juan 3.16

Algún día, el Señor Jesús se manifestará y yo llegaré a ser semejante a El. A base de 1 Juan 3.2, me aferro a esa esperanza.

¿Pero qué tal del versículo que sigue?

«Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro» (1 Juan 3.3).

Teniendo esa esperanza, no aceptaré ni excusaré ningún pecado o falta de madurez en mí.

Al contrario, me purificaré.

Pero, ¿cómo?

Andando en luz — «Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado» (1 Juan 1.7).

Exponiéndome a la Palabra — «Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado» (Juan 15.3).

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