Lectura:
Hebreos 4:14-5:10
Nuestro Intercesor está allí a la diestra del Padre.
El intercede por Su propio pueblo a base del sacrificio de El y la obediencia de ellos.
El ofrece intercesión continua por nosotros (Romanos 8.34).
Nuestro Sacerdote Redentor es consagrado por la eternidad. Por lo tanto, el acceso que El nos da a Dios es igualmente eterno. Continue reading