Soy Hermano santo
«Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.»
Hebreos 3.1
Me gusta ser Hermano en la familia de Cristo.
Como Hermano, tengo deberes y bendiciones.
Un deber que tengo es el de dar exhortación y ánimo a los demás hermanos.
Una bendición que tengo es el de recibir exhortación y ánimo de los demás hermanos.
Si no fuera por tal exhortación, el engaño del pecado causaría un terrible daño a mi corazón.
«Antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado» (Hebreos 3.13).
Reconozco que no he sido muy fiel en cumplir este versículo.
¡Qué Dios me haga recordarlo y cumplirlo!