Alabanza Apropiada |
«Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.» Salmo 119.7
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Cuando yo pongo mi parte, Dios pone la suya.
«Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos» (Salmo 119.10).
Mi deseo y mi compromiso es buscarle con todo mi corazón.
Su deseo y su compromiso es guardarme en sus mandamientos.
Mientras yo le busque, El me guardará.
Le doy gracias a Dios por ello.
También hay otra cosa por la cual le doy gracias. Cuando se me olvida buscarle, El me llama. Aun cuando no tengo ganas de buscarle, El me llama. En otras palabras, otra parte suya es impulsarme a buscarle con todo mi corazón.
Cuando sienta ese impulso y ese llamado suyo, no quiero ignorarlo. Quiero ponerle atención.