¡Auxilio!
«Mira mi aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado.»
Salmo 119.153
Salmo 119.153-160
Al pasar los años, mi nombre y mi reputación han recibido varias manchas. ¡Cuánto he necesitado alguien que me defendiera!
«Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra» (Salmo 119.154).
¡Cuán fácil se me ha hecho buscar defender mi propio nombre y mi propia causa! Mucho mejor apoyarme en Dios, permitiendo que El me defienda y me redima. Que El también me de vida con su Palabra.
«Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios» (Salmo 119.156).
«Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia» (Salmo 119.159).
Señor, aún necesito que me defiendas. Hazlo, por favor. Y también redímeme y vivifícame. ¡Cuánto te necesito, Señor!