No está lejos
«Cercano estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.»
Salmo 119.151
Lectura: Salmo 119.145-152
Para mí, clamar lleva en sí la idea de urgencia. Es repetir. Y persistir. Con fuerza. Y vigor.
Si me encuentro en alguna emergencia y clamo por ayuda, no pienso que lo haré una o dos veces nada más.
¿Acaso son así mis oraciones a Dios?
«Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos» (Salmo 119.145).
«A ti clamé; sálvame,
Y guardaré tus testimonios» (Salmo 119.146).
«Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra» (Salmo 119.147).
Señor, no clamo mucho. ¡Qué tontería!