Tú. ¡Alábale!
«Alabad el nombre de Jehová;
Alabadle, siervos de Jehová.»
Salmo 135.1
Hay un sin fin de razones por las cuales debe alabar a Dios.
En mi lectura esta mañana seleccioné las siguientes razones:
«…porque él es bueno…porque él es benigno» (Salmo 135.3).
«Porque yo sé que Jehová es grande,
Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses» (Salmo 135.5).
«Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos» (Salmo 135.6).
«Porque Jehová juzgará a su pueblo,
Y se compadecerá de sus siervos» (Salmo 135.14).
Señor, Tú sabes tan bien cuán fácilmente se me olvida alabarte. Pero a pesar de mis pocas gracias, sigues siendo bueno…y sigues siendo benigno…y sigues siendo grande…y sigues compadeciéndote de mí. O Señor, ¡cuánto necesito tu compasión en estos días! Por favor, apóyame o desmayaré.