Bendito eres, Jehová |
«Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.» Salmo 28.6
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Lectura: Salmo 28
Leí este versículo y sentí un consuelo y una tranquilidad tocar mi alma:
«Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre» (9).
El me salva.
Y me bendice.
Y me pastorea.
Y me sustenta.
Ayúdame, oh Señor, a recordarte y a reconocerte en todos mis caminos. Gracias por ser mi pastor. ¡Cuánto te necesito!
tomado de Salmo 28.7