Mi suspiro ante el Señor
«Señor, delante de ti están todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto.»

Salmo 38.9

Lectura: Salmo 38.1-11

Bueno, tal vez no sea cierto en todo caso. Pero sí hay demasiadas ocasiones cuando aquellos que deberían apoyarnos mantienen su distancia.

¿Cómo pueden tratarnos así?

¿Cómo es que pueden olvidarse de nosotros?

¿Por qué nos pasan por alto y ya no nos tienen en cuenta?

Como digo, no en todo caso se trata de que se hayan vuelto infieles en su amistad.

El salmista experimentó tal abandonamiento:

«Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,
Y mis cercanos se han alejado»
(11).

Oh, Señor, impide que sea yo amigo infiel — ya sea deliberadamente o por descuido. Y en los casos que yo experimente la infidelidad y el olvido de mis amigos, impide que me amargue…y ayúdame a apoyarme en ti. Sé mi amigo, Señor — siempre, siempre, siempre.

[Jehová, no me reprendas en tu furor (Salmo 38.1)]
tomado de Salmo 38.1

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