El Señor Jesús da su firmeza a su pueblo.

Eternamente existente

«Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.»

Salmo 93.2

Lectura:

Salmo 93

«Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre» (Salmo 93.5).

En la Biblia, Dios nos informa que El mora en los corazones de su pueblo.

Por decirlo de otra manera, ¡somos su casa!

En estos tiempos tan difíciles, lléname, Señor, de tu firmeza y tu santidad.

La santidad conviene a tu casa (Salmo 93.5)
tomado de Salmo 93.5

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