Cosecha de la siembra
«Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.»

Salmo 18.25

Lectura: Salmo 18.20-30

La vida tiene sus tiempos difíciles y sus épocas oscuras. Así ha sido parte de esta semana. Ciertas circunstancias nos agobian a tal grado que lo bueno de la vida pasa sin notarse.

¡Qué bueno sería tener alguna fuente de luz en semejantes tinieblas! Pero nuestra lámpara o se ha apagado o despeja luz poca y débil.

¿Ahora qué? Cuando más necesitamos su iluminación, nuestra lámpara — así como nuestra vida — se ha vuelto oscura.

¿Cómo volveremos a encender nuestra lámpara?

¿Quién llegará a auxiliarnos?

«Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas»
(28).

Ah, Señor Jesús, Jehová Dios. ¿Cómo pude pasarte por alto — otra vez? ¡Gracias por llegar a mi rescate! Enciende mi lámpara hoy, por favor. Camina a mi lado e ilumina mi tránsito por estas tinieblas.

[No me he apartado de tus estatutos (Salmo 18.22)]
tomado de Salmo 18.22

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