Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
en la cual me has hecho esperar.

Ella es mi consuelo en mi afflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.

Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,
Y me consolé.

Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.

Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.

Salmo 119.49-56

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *