Gracias, Dios,
por mis hijos
«He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.»
Salmo 127.3
Lectura: Salmo 127
Dios tiene sus obras que desempeña con amor, con sabiduría, y con cuidado — cada día.
Entre todos esos negocios divinos, estos:
«Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia» (Salmo 127.1).
Señor, gracias por tu obra en mi vida, en mi hogar, y en mi negocio. Lástima que mis propias flaquezas y mis muchos fracasos han causado demasiados atrasos. Señor, sigue tu obra. Y dame descanso, paz, y esperanza.