¡Búscame, Señor!
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»
Salmo 119.176
Lectura: Salmo 119.169-176
Otra vez, mi corazón hace eco a la súplica del salmista:
«Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra» (Salmo 119.169).
«Llegue mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho» (Salmo 119.170).
«Esté tu mano pronta para socorrerme,
Porque tus mandamientos he escogido» (Salmo 119.173).
Gracias, Señor, que mi clamor a ti no es en vano. Pero necesito tu ayuda para volver mi corazón y mi clamor a ti con más frecuencia.