Según Tu Palabra
«Abatida hasta el polvo está mi alma;
Vivifícame según tu palabra.»
Salmo 119.25
Recuerdo en mi niñez cómo me gustaba hacer caminitos para mis carritos.
Después me gustaba hacer caminos y veredas para mi bicicleta.
Muchos años después, me tocó hacer caminitos con mis hijos pequeños.
Senderos, veredas, caminos — todos los tenemos.
¿Qué caminos llevas?
«Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;
Enséñame tus estatutos» (Salmo 119.26).
«Hazme entender el camino de tus mandamientos,
Para que medite en tus maravillas» (Salmo 119.27).
«Aparta de mí el camino de la mentira,
Y en tu misericordia concédeme tu ley» (Salmo 119.29).
«Escogí el camino de la verdad;
He puesto tus juicios delante de mí» (Salmo 119.30).
«Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanches mi corazón» (Salmo 119.32).
¿Por cuál camino vas?
Señor, ayúdame hoy a caminar en el camino de la verdad. En el camino de tus mandamientos correré.