¡El día viene! |
«Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.» Salmo 22.26
|
Lectura: Salmo 22.25-31
Cuando estoy delante de un grupo, el diablo parece siempre estar presto para tentarme con orgullo o temor. Y si no el diablo, ciertamente mi carne.
Es fácil querer buscar la alabanza de otros. Es natural. Así como es querer impresionar a otros.
Pero Dios me ha dado una naturaleza nueva. Esa naturaleza es contraria a la jactancia, el orgullo, y el egoísmo.
«De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen» (25).
Señor, no quiero ser orgulloso. Ayúdame a vencer mi carne. Para ti sea toda la alabanza.
tomado de Salmo 22.27