¡Aprende! |
«Da al sabio, y será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber.»
Proverbios 9.9
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No me gusta estar errado o equivocado. No me gusta ser ignorante o terco. No quiero andar en mal camino ni tener punto falso.
Pero tampoco me gusta la corrección.
Será el orgullo. Será la vergüenza. Será la carnalidad y la niñez espiritual. Será mi naturaleza humana. No sé. Tal vez todas esas cosas.
No quiero ser así.
Quiero ser como el sabio en este versículo:
«No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará» (Proverbios 9.8).
Necesito que otros me ayuden a salir de mi error.
Eso requiere que acepte la corrección. Y de buena gana.
¡Cómo necesito la obra del Señor en mi vida para llegar a ese punto!