Proverbios 10 comenta mucho acerca de la lengua, la boca, y los labios.

El versículo 11 declara: «Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.»

Quiero que repose en mi boca un espíritu de vida. Así, los que oyen mis palabras serán animados y edificados en el camino de vida.

Quiero que mis palabras sean bondadosas, consideradas, y justas. Así, los que me escuchan recibirán aliento y paz.

Quiero que mi lengua brinde al oyente un bálsamo eficáz. Así recibiremos juntos sanidad para nuestras almas.

Para que mi boca sea una fuente de vida, es necesario que habite en mí el Espíritu de vida. A El le rindo mi boca con todo mi ser.