¿Qué Se Ve en Mi Cara?
«En el rostro del entendido aparece la sabiduría; Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.»

Proverbios 17.24

¡Y soy yo!

Digo eso porque acabo de leer esto:

«En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia» (Proverbios 17.17).

Yo quiero ser ese tipo de individuo.

Sí, quiero tener amigos y hermanos así.

Pero aún más, mi deseo es brindarles a otros esa calidad de amistad y hermandad.

Al esforzarme en ello, descubro un gran obstáculo: yo mismo.

Gracias a Dios que he hallado un Buen Amigo, mi amado Salvador. Cuando permito que el Señor Jesucristo tenga rienda libre en mi vida, El me ayuda a ser un buen amigo a los demás.

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