¡El por mí!
«El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.»

Gálatas 1.4

Lectura: Gálatas 1

Osama bin Laden se convirtió al cristianismo. El capo más fuerte del narcotráfico se entregó al Señor Jesús. El borracho peor del barrio dejó la bebida y fue bautizado en la iglesia evangélica local. El líder de Irán renunció su posición pólitica y la fe de sus padres para seguir a Cristo.

¿Qué tal si eso se anunciare en las noticias de hoy?

Conversiones de semejantes individuos se nos hacen difíciles si no imposibles.

¡Pero ellos necesitan a individuos que oren por su redención!

¿Qué más concluiremos de este versículo?

«Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba» (13).

Al principio, muchos cristianos en aquel entonces no podían creer que el terrorista Saulo de Tarso había aceptado a Cristo como su Salvador y Señor.

Si la sangre de Cristo pudo obrar en Saulo, ¿por qué no en Osama?

¡Cuánto necesito más fe! (Y más amor y compasión también.)

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