Muerte, Gracia, Justicia
«No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.»

Gálatas 2.21

«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2.20).

La muerte de Cristo ha llegado a ser la mía.

Por su muerte he recibido y sigo recibiendo gracia y justicia.

Y vida. Hay que no olvidar esa vida que tengo en Cristo. Esa vida que en realidad es Cristo en mí.

¡Qué maravilla! Lo que soy, lo que hago, lo que digo, lo que pienso, lo que opino, lo que anhelo — todo una manifestación de Cristo y su vida.

Me rindo de nuevo a El para que El pueda vivir su vida por medio de mí. Quiero que mi vida sea más y más una revelación de la vida de Cristo.

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