Dios en Acción
«Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.»

Santiago 4.6

Por ya algún tiempo, mi deseo ha sido ser como un ciervo sediento, anhelando el agua viva de Cristo y su Palabra.

Esta mañana, Santiago 4.5 me ha hecho recordar que Dios tiene un fuerte anhelo por mí.

«¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?»

¡Qué maravilla! ¡Mi Creador y Redentor me anhela!

¿Me negaré o me entragaré de lleno a El?

Para El viviré mi vida.

Con El tendré comunión diariamente.

Le amaré con todo mi ser.

Le obedeceré lo mejor que pueda y de buena gana.

¡Yo me rindo a El!