¿A quién le debo?
«No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.»

Romanos 13.8

Soy hombre endeudado:

«Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra» (Romanos 13.7).

Estando así endeudado, seguiré pagando y pagando.

No espero salir de mis deudas en esta vida. A pesar de eso, no dejaré de cumplir con mi obligación y mi deseo de pagar al que le deba.

En lo que se refiere al respeto, pienso que, como seguidor de Cristo, debo respetar a todos. A causa de lo que Cristo me ha hecho y a causa de lo que El ha hecho por mí, debo comportarme respetuosamente hacia cualquiera, aun el más indigno. Esa es parte de mi deuda.

Hay algunos que no puedo respetar por mi propia cuenta. Necesito la obra continua del Señor en mí. ¡Le agradezco y le alabo por ella!