¡Psssst! ¡Oye! Conozco uno de los criterios que Dios usará para juzgarnos.

Te llamo la atención a mi lectura bíblica de hoy: Romanos 2.

El versículo seis nos informa de ese criterio, haciéndonos saber que Dios «pagará a cada uno conforme a sus obras.»

A pesar de la mentira prevalente, cómo vivimos sí le es importante a Dios. Sí, es verdad que nuestra salvación es por fe en la obra y gracia de Cristo. Pero eso no excluye mis propias obras.

Dios promete recompensar con «vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad» (7).

También ofrece «gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno» (10).

Siendo esa la realidad establecida por Dios mismo, perseveraré en hacer lo bueno.