¡Justificado!
«Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.»

Romanos 3.24

«Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno» (Romanos 3.12).

Todos.

Apartados de Dios. Inservibles. Echados a perder.

¿Quién hará lo bueno?

No. Hay. Uno.

¡Qué cuadro tan feo!

¿Acaso habrá alguna condición humana con menos esperanza?

No.

Pero para eso vino Cristo.

Dios — ¡alabado sea El por su amor, gracia, y misericordia! — «justifica al que es de la fe de Jesús» (Romanos 3.26).

Sí, en un tiempo estuve totalmente echado a perder.

Pero la sangre de Cristo me ha limpiado, El me ha perdonado, y Dios me ha restaurado a una posición de honor ante Sí mismo.

Por eso tengo esperanza a pesar de mis presentes debilidades y fracasos. ¡Dios sigue obrando en mí!