Le obedeceré
«Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.»

Hebreos 5.9

Una vez más desperté esta mañana cansado — físicamente, espiritualmente, emocionalmente.

Considero varios aspectos de mi vida, y me siento algo desanimado. Tal vez aun desesperado.

Parece que estoy pasando por un valle demasiado largo, padeciendo varios atrasos y problemas y derrotas.

Tal vez por eso me llamó la atención este versículo:

«Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia» (Hebreos 5.8).

Todo lo que padezca yo es menos de lo que merezco.

No así Cristo. El no mereció mal alguno.

Sin embargo, por su sufrimiento El aprendió la obediencia y sumisión al plan de Dios.

¿Cuánto más yo?