Gloria…en la iglesia
«A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.»

Efesios 3.21

Lectura: Efesios 3.14-21

Hay veces que confío de más en mi vigor y fortaleza y fuerza espiritual.

Y hay otras veces que me desanimo de más por mi falta de tal vigor, fortaleza y fuerza.

Tal vez por eso este versículo me impresiona esta mañana:

«Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu» (16).

Nuestro Señor Jesucristo debe ser mi punto de enfoque, no mi propia espiritualidad. Si me enfoco en mí mismo, me enaltezco o me deprimo según lo que perciba.

Cristo es mi única fuente de poder espiritual. Su tesorería de gracia y fuerza nunca se puede agotar. Y está listo para darme en abundancia todo lo que necesite para ser espiritualmente fuerte.

Esa es la obra de su Espíritu en mí. De nuevo me rindo a esa obra.