A El, en la Iglesia
«A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.»

Efesios 3.21

Hace tres días noté en Gálatas 6 que hay veces que el cansancio y el desánimo me vencen. Recordé eso al considerar este versículo:

«Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu» (Efesios 3.16).

El Espíritu de Dios está disponible y dispuesto para fortalecer a mi espíritu. Y lo hace según su poder y riqueza. En otras palabras, lo hace abundantemente y en gran manera. Lo hace con eficacia.

¡Nada a medias con Dios!

Esta mañana estoy tan agradecido por el poder de Dios actuando en mi espíritu para darme fuerza. Sin El, no le pudiera seguir. Sin El, no pudiera enfrentar la vida.

Pero fortalecido por El, todo lo puedo.

Que El me ayude a vivir conforme a su poder y fortaleza.