Con toda bendición espiritual
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.»

Efesios 1.3

Lectura: Efesios 1.1-14

Tengo 48 años de edad. Pero aun antes de que naciese, ya había sido escogido por Dios.

Seguramente ya pasan los 8 mil años desde los eventos de Génesis 1. Pero aun antes de la creación del mundo, Dios ya me había escogido.

¡Qué bendición!

¡Qué privilegio!

«Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él» (4).

¡Qué responsabilidad!

Dios, el Soberano del universo y el Creador de todas las cosas, me escogió con ciertos propósitos en mente.

¿Notaste el propósito mencionado en ese versículo?

Cuando alguien me escoge para ser parte de su equipo de béisbol, me selecciona porque quiere que desempeñe cierto papel. Para eso estoy en el equipo.

Siendo que Dios me escogió para que sea santo y sin mancha delante de él, ¿me atreveré a ser de alguna otra manera?

Me apoyo en su gracia para poder cumplir sus propósitos para mí.