Según lo que haya hecho
«Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.»

2 Corintios 5.10

Lectura: 2 Corintios 5

¿Para qué vivo?

¿Con qué propósito?

¿Para el beneficio de quién?

¿Según cuales valores?

Esas preguntas son de grande importancia. Y me nacen del siguiente versículo:

«Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos» (15).

Cristo murió por todos. Siendo que yo he aceptado esa muerte como para mí, cabe que ahora yo viva para El.

¡Ya no hay lugar para vivir para mí mismo!

Una vez más, rindo mi cuerpo a Cristo para que El viva su vida en mí y por medio de mí.

(¿Acaso cae mi familia en cuenta de eso? En lo «secreto» de mi propio hogar, ¿se ve Cristo en mí?)