Lo de Dios es más
«Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.»

1 Corintios 1.25

Lectura: 1 Corintios 1.18-31

¿Quién soy yo? ¿Acaso seré muy sabio o poderoso o noble? ¿Seré suficientemente importante (según nosotros humanos)?

El siguiente versículo explica mis preguntas — y también da la respuesta.

«Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles» (26).

¡Pero está bien!

Según el versículo 25, si Dios tuviera insensatez y debilidad, aun esa insensatez y debilidad sería más sabia y más fuerte que la más grande sabiduría y la más grande fuerza de los hombres.

En otras palabras, Dios es tan sabio y tan fuerte que no importa mi propia condición en tales cosas. El puede desarrollar en mí y demostrar a través de mí la sabiduría suya y la fuerza suya.

Nota esto:

«Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte» (27).

Dios escogió y sigue escogiendo a los que se rinden a El de todo corazón y sin reserva.

A tales El puede usar.

A tales El puede mejorar, «para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor» (27).