Como El quiere
«Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.»

1 Corintios 12.11

Lectura: 1 Corintios 12.1-13

En este sentido, una manifestación es una expresión o una demostración de alguna cosas.

Dios es generoso con su Espíritu. Su Espíritu mora en cada individuo que rinde su vida al Señor Jesucristo. Y a cada uno le da alguna demostración de ese Espíritu.

«Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho» (7).

¡Qué bondadoso y generoso y dadivoso es Dios!

Pero, ¿querrá decir ese versículo que cada uno recibe la misma manifestación del Espíritu?

Si tomásemos ese versículo sin su contexto, pudiéramos pensar que la manifestación es la misma para todos.

¡Pero no es así!

Los versículos que siguen (8-10) revelan diversas manifestaciones del Espíritu.

¿Cómo es, entonces, que tantas personas enfocan principalmente en sólo uno de esos dones?

¿Y discutirán con Dios si El decide no darles ese don?

Por mi parte, ciertamente no quiero afrentar u ofender su decisión y su sabiduría con quejarme por no tener otra manifestación (por ejemplo, el don de lenguas).

Me propongo a ejercer la manifestación del Espíritu que Dios me ha dado. Quiero usarla para su provecho y su gloria. Quiero estar contento y satisfecho con esa manifestación.