Sin la levadura vieja
«Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.»

1 Corintios 5.7

Lectura: 1 Corintios 5

¿Por qué se requiere humildad?

Porque el orgullo, el egoísmo, y la jactancia son afrenta contra Dios.

En el caso de la iglesia en Corinto, se jactaban a causa de cierto pecado que toleraban y aceptaban entre ellos.

«No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?» (6).

La iglesia allí necesitaba humildad para poder hacer frente con ese pecado. También necesitaba reconocer que Dios rechaza la práctica que ellos aceptaban.

¿Qué pecado estaré tolerando yo en mí o en mi iglesia?

¿Y no solamente tolerando, pero jactándome en él?

Si hay tal cosa, ¡qué Dios me dé entendimiento y humildad!