¡Atención!
«Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.»

1 Corintios 10.11

Lectura: 1 Corintios 10.1-22

Causar celos en otro no es bueno. Tal provocación no es una expresión de amor ni de respeto.

Mi manera de ser o de hablar con otra mujer puede provocar celo en el corazón de mi esposa. Me es muy importante guardar mi comportamiento en ese aspecto. No quiero herir a Rubí de tal manera.

Mi manera de vivir puede encelar al Señor Jesús.

«¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?» (22).

Quiero ser más fiel en vigilarme para no herir a aquel que ha hecho (y sigue haciendo) tanto para mí.

Le amaré. Le seguiré. Le seré fiel. No permitiré que El llegue a ser secundario en mi corazón y en mi vida.

Ese es mi deseo. Ese es mi compromiso. Dios me ayude.