No yo. ¡El! |
«Mas el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.»
2 Corintios 10.17,18
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Lectura: 2 Corintios 10
Marcos Roth habita en un cuerpo de carne.
Su tránsito por la vida es ese cuerpo. Mucho de lo que conoce de esta vida lo conoce por las capacidades de su cuerpo. Muchas de sus experiencias en la vida son posibles por el cuerpo que tiene.
Por decirlo de otra manera, anda en la carne.
Pero hay dimensiones de Marcos que no son físicas y que sobrepasan en importancia a su cuerpo de carne.
En todos esos aspectos, como soy yo, eres tú. Y como somos nosotros, son todos los demás.
Ahora considera este versículo que me sobresalió en la lectura de hoy.
«Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne» (3).
Dios ordena a sus hijos a vivir según el Espíritu, no según nuestra carne. (También nos da el poder para cumplir tal mandamiento.)
Cuando sea tentado, ¿cómo lucharé contra la tentación?
Cuando el egoísmo se manifieste en mi ser, ¿cómo lo venceré con humildad?
Cuando alguien me trate mal, ¿cómo ganaré la batalla?
¡No según la carne!