Honor y Gloria
«Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.»

1 Timoteo 1.17

¡Cuántas veces he fallado!

Y cuantas flaquezas tengo.

Pero hay algo que me fortalece para seguir adelante, impulsándome en el camino del Señor.

«Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús» (1 Timoteo 1.14).

Sí, tengo abundancia de errores y debilidades.

¡Pero la gracia de Dios es más abundante!

Cuando falle y peque, su gracia me llevará al arrepentimiento.

Su gracia me recibirá con perdón amplio y me limpiará con eficacia completa.

Y su gracia me levantará y me llevará de nuevo hacia adelante.

¡Gracias a Dios por su abundante gracia!

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