Aliento para el Camino |
«Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.»
1 Tesalonicenses 4.16
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Esa es la voluntad de Dios.
El quiere que me aparte de toda maldad.
Y más que eso, El quiere que me aparte para El mismo, para su uso exclusivo.
«Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación» (1 Tesalonicenses 4.3).
En todo sentido, Dios quiere que me aparte de la fornicación.
Que me aparte del acto físico, sí. Y también de la codicia por el cuerpo ajeno, que es fornicación mental.
Dios quiere que me aparte de la impureza moral en todo aspecto — en mi manera de pensar, de hablar, de actuar, de mirar, y de vestir.
Necesito que Dios obre su voluntad en mí, santificando todo mi ser.