El cuerpo de Cristo |
«Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.»
1 Corintios 12.27
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Lectura: 1 Corintios 12.14-31
¿Habrá alguien en mi iglesia a quien no necesite yo?
Tristemente, al considerar mi vida y algunas de mis actitudes, mi respuesta parece ser, «Sí.»
Por eso este versículo me reprocha:
«Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros» (21).
¡Necesito un cambio de actitud!
¡Necesito la sabiduría y el punto de vista de Dios!
Necesito ver a mis hermanos así como los ve Dios:
«Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios» (22).
Quiero aprender a mejor apreciar a cada uno de los hermanos en mi iglesia.
No quiero menospreciar a nadie ni independizarme de ninguno.
Quiero reconocer que son necesarios en mi vida, que los necesito yo a ellos.